domingo, 10 de abril de 2011

Pertubación del agua

A escala mundial, la humanidad utiliza más de la mitad del flujo de agua fresca y accesible, con alrededor un 70% de utilización para la agricultura (Postel y AL, 1996). Las perturbaciones humanas del ciclo hidrológico natural son múltiples: no sólo debido a la utilización directa de agua en distintos procesos, como la agricultura o la producción de electricidad, sino también a causa de la canalización de los cursos del agua, del drenaje de las zonas húmedas o de la impermeabilización de las superficies de percolación (urbanización). Numerosos casos de ruptura aparecen a distintas escalas, implicando problemas locales, como inundaciones o sequías, conflictos, problemas de insalubridad, y también de los problemas globales debidos a la modificación de la evapotranspiración, a la reducción de la producción de los mayores ríos, o incluso a la modificación de grandes amplitudes de aguas interiores (lago el Chad por ejemplo), implicando problemas económicos, sanitarios o climáticos (Kotlyakov, 1991; Milly y Duna, 1994).
Las utilizaciones de agua se suceden durante el ciclo, con eventualmente reutilizaciones sucesivas acompañándose de una modificación de la calidad del agua. Como las perturbaciones sucesivas se añaden, tal como ocurre con la mayoría de las bases de datos internacionales (AEMA, 2003; WRI, 2003), el indicador de “perturbación hídrico”, habitualmente calculado por la simple suma aritmética  de las perturbaciones dividida por los recursos, podrían sobrepasar el 100%. Para evitar este sesgo, proponemos un modelo multiplicativo: porcentajes de perturbación sólo se aplican al agua aún no perturbada anteriormente. La cantidad de agua disponible es por término medio tres veces más elevada en el grupo europeo que en el grupo africano, aunque se tienen en cuenta fuertes variaciones internacionales (de 46 mm. en Burkina Faso a 2 191 mm. en los Países Bajos), sin hablar de diferencias locales que constituyen un factor crítico en algunas zonas áridas de África. Los recursos renovables de agua subterránea son por término medio más elevados dos veces en el grupo europeo.
Las utilizaciones domésticas por unidad de superficie son por término medio 23 veces más elevadas en los países del Norte, mientras que las utilizaciones industriales hay cerca de 264 veces más elevadas. Los usos agrícolas son dos veces más elevados al Norte, debido al peso señalando Países Bajos y de Francia (sin los cuales el informe se invertiría en favor de los países africanos).
La agricultura y la urbanización son los principales factores de modificación de las condiciones de resplandor del agua de lluvia recogida, y por otro lado a menudo se acompañan de obras que modifican directamente los flujos. El cambio de condiciones de erosión y sedimentación añade a su vez modificaciones en cascada sobre el ciclo del agua. Los cultivos permanentes, los pastos y los bosques, al mantener constante la cobertura del suelo, juegan, en primera aproximación, un papel menos determinante en estos fenómenos. Se desprende de los cálculos que las superficies transformadas por la urbanización o la agricultura perturban ocho veces más el ciclo del agua en Europa que en Africa. 
Traídas a prorrata de los recursos disponibles, resulta que por término medio, el ciclo hídrico de los países europeos sufre tres veces más perturbaciones que el del grupo de los países africanos. Calculamos, por otra parte, que el informe de las responsabilidades en esta perturbación del ciclo hídrico local es de 0,8 si se compara la parte de perturbación causada por cada millón de habitantes en Europa (1,4%) y en Africa (1,8%).
El método de cálculo nacional y anual de todo indicador de este tipo encubre los problemas subyacentes vinculados, por ejemplo, al carácter estacional de los recursos y utilizaciones (mayor presión sobre los recursos en temporada seca en Africa), y a las dificultades para el medio ambiente, como para el hombre, de beneficiarse de un agua de calidad suficiente al lugar y al momento conveniente. Sería necesario precisar el porcentaje de utilización de los recursos subterráneos, en particular en temporada seca en las regiones subsaharianas, ya que son ellas que sufren probablemente la mayor presión. Es el caso también, mutatis mutandis en algunas regiones de Europa.

Estos órdenes de magnitud sugieren, de este lado los indicadores incorporados, que son los tipos de utilización que son cruciales. Actualmente, con tasas de utilización medias equivalentes, hay aún más problemas serios vinculados al agua en África Occidental que en la Europa del Oeste, y esto a la vez para la salud y para el medio ambiente. Un rápido aumento de las exacciones (y una disminución de las reservas) en una sociedad muy agraria, con poco o no de recursos para la descontaminación, pueden causar problemas agudos. Un nuevo indicador de “tensión hídrico” que tiene en cuenta el potencial local de perturbación debería desarrollarse: es en efecto posible que aparezca una irreversibilidad (sequía, inundaciones etc) en un contexto dado, más allá de un determinado porcentaje de perturbación. Un país, o más bien una región (visto el carácter más local de este tipo de fenómeno), no debería entonces superar este límite máximo de buena gestión, toda perspectiva de desarrollo basándose en ciclos de reciclaje y reutilizaciones sin perturbación natural suplementaria. Sin embargo, habida cuenta de las cifras que presentamos, parece que algunas regiones de África Occidental guardan un “potencial de perturbación hídrico sostenible”, inexplotado para un desarrollo humano. Es a menudo cuando el agua se vuelve raro o sobreexplotada, o que su comercialización natural se perturbó, que plantea problemas sanitarios, de inundaciones, sequías y demás.

Tableau 4. Perturbation du  cycle de l’eau
                  Perturbación del ciclo del agua
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Fuente: 


Alumna:Esther Simon

Indicateurs des impacts du développement sur l'environnement : une comparaison Afrique - Europe

Bruno Kestemont, L. Frendo et Edwin Zaccaï

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