domingo, 15 de mayo de 2011

Desarrollo sostenible y participación social


La idea de desarrollo sostenible se ha expandido internacionalmente a partir del Informe Brundtland para Naciones Unidas de 1987, que lo define sintéticamente como el desarrollo económico y social que satisface las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de los generaciones futuras para satisfacer las suyas. El enunciado de tal propósito vino a reconocer la existencia de una crisis ecológica puesta de manifiesto por los problemas medioambientales, que ha de ser superada mediante un cambio en el modelo de desarrollo imperante y para lo cual se hace imprescindible la participación de todos los ciudadanos y actores sociales. Esta posición es hoy asumida, al menos teóricamente, por los gobiernos nacionales y locales y por las organizaciones internacionales, como lo confirman, de un modo paradigmático, dos documentos emanados de la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992), la Declaración de Río y el Programa o Agenda 21. En el primero de ellos se puntualiza que la mejor manera de tratar las cuestiones del Medio Ambiente es “asegurar la participación de todos los ciudadanos involucrados, al nivel adecuado. Al nivel nacional cada individuo debe tener acceso a la información relativa al Medio Ambiente que detentan las autoridades públicas y tener la posibilidad de participar en los procesos de toma de decisiones” (principio 10). Del mismo modo “es necesario movilizar la creatividad, los ideales y el coraje de los jóvenes del mundo entero a fin de forjar una coparticipación mundial de manera que se asegure un Desarrollo Sostenible y se garantice a cada persona un mejor porvenir” (principio 21).

Por otro lado, la importancia concedida a la participación en el Programa 21 se comprueba en el hecho de que una de sus cuatro secciones se dedica al denominado “Fortalecimiento de los grupos principales”. Así, en el primer punto de su preámbulo se establece que “La dedicación y la participación auténtica de todos los grupos sociales tendrán una importancia decisiva en el cumplimiento eficaz de los objetivos, las políticas y los mecanismos acordados por los gobiernos en todas las áreas del Programa 21”. A continuación, en el punto dos, se insiste en que “Uno de los requisitos fundamentales para alcanzar el desarrollo sostenible es la amplia participación de la opinión pública en la adopción de decisiones. Además, en el contexto más concreto del medio ambiente y el desarrollo, se ha hecho evidente la necesidad de emplear nuevas formas de participación. Se trata de la necesidad de que las personas, los grupos y las organizaciones participen en los procedimientos de evaluación del impacto ambiental, conozcan el mecanismo de adopción de decisiones y participen en él, sobre todo cuando exista la posibilidad de que esas decisiones afecten a las comunidades donde viven y trabajan”.

 
 Martín Gutierrez, P. Medio ambiente y sociedad : elementos de explicación sociológica / coord. por Luis Alfonso Camarero Rioja, 2006, ISBN 84-9732-498-6 , págs. 243-307


Rodrigo Díez García 

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